En RESPIRA consideramos que una educación más compasiva, más empática y más consciente abre caminos hacia una paz sostenible y una educación inclusiva que contribuya a formar ciudadanos integrales.
Si las niñas y niños que se están educando pueden reconocer la validez de sus emociones, comprender cómo funcionan y cómo relacionarse con ellas, el camino hacia la paz tendrá un campo fértil en donde florecer.